Plano que comprende parte de cuatro provincias
Además del Mapa que manifiesta la provincia de Guanajuato
por los cuatro rumbos, existen en la misma Colección Ruiz de Apodaca de la Real
Academia de la Historia de España (RAHE), otros dibujos y planos realizados por
distintos autores y con fines diversos. Uno de ésos es el titulado Plano que
comprende parte de las cuatro provincias, Guanajuato, Valladolid, Sn. Luis
Potosí y Zacatecas, actual teatro de la guerra: Julio 8 de 1817.
Plano que comprende parte de las cuatro provincias: Guanajuato, Valladolid, Sn. Luis Potosí y Zacatecas, actual teatro de la guerra. Julio 8 de 1817. (RAHE) |
Refiriéndose a este plano, Carmen Manso señala que el
documento “Presenta un plano de las cuatro provincias […] donde se combatió el
8 de julio de 1817, en la guerra por la independencia mejicana”.[1]
Ciertamente, el título sugiere cuestiones militares; sin
embargo, al revisar y analizar el contenido del plano se puede observar que,
como el anterior, éste tampoco proporciona información que pudiera relacionarse
directamente con la Guerra de Independencia, salvo porque en efecto era ése el
teatro en el que se desarrollaba y mantenía precariamente la resistencia
insurgente en 1817.
¿Cuál era entonces el propósito del plano y la utilidad de su información?
Algo que a primera vista llama la atención es que el plano
no contiene escala gráfica, pero sobre todo que no hay indicación alguna sobre
la orientación geográfica, y que —contrariamente a la práctica común— su
lectura se hace en sentido inverso, es decir teniendo el norte abajo, el sur
arriba, el oriente a la izquierda y el occidente a la derecha del espectador.
De esa manera, la ciudad de Valladolid aparece en la parte superior del plano, en
tanto que en la parte inferior quedaría la provincia de San Luis Potosí.
Atendiendo a la posición descrita, sin embargo, la ubicación esquemática de las
localidades es correcta, aunque sólo se comprende teniendo cierto conocimiento
previo respecto a la ubicación de los lugares incluidos en el plano.
El dibujo fue hecho a tinta y aguada monocromática en
grises, con lo que se dan efectos de relieves y se señalan artísticamente las
sierras, los cerros, los valles, los ríos y las lagunas, aunque no se identifican
por sus nombres, así como la red de caminos que unía a los poblados por los
distintos rumbos. Lara Valdés considera que el fin de este dibujo era hacer una
descripción orográfica para destacar cuencas y vertientes de ríos y arroyos,
así como los caminos.
Al igual que en otros planos, la representación de la
categoría de cada una de las distintas poblaciones se hizo utilizando una
simbología a base de tres diferentes iconos de edificios eclesiásticos
rematados con una cruz. Con el icono dos torres y una cúpula central se indican
en la provincia de Valladolid la ciudad de Valladolid y la villa de Zamora; en
la de Guanajuato, las ciudades de Guanajuato, Celaya y Salvatierra, y las
villas de León, San Miguel el Grande, Salamanca, y San Felipe; en la de Zacatecas,
la villa de Aguascalientes. Así mismo, aunque el título del plano no se refiere
a la provincia de Nueva Galicia, también se señala con este icono a la villa de
Lagos.
La siguiente categoría de poblaciones se señala con el icono
de una torre y una cúpula lateral más baja. Entre otros, en la provincia de
Guanajuato se señalan con este icono las poblaciones de Acambaro, Yuriria,
Pénjamo, Valle de Santiago, San Pedro Piedragorda, Apaseo, El Huage, Irapuato,
Silao, Chamacuero, Dolores y San Luis de la Paz.
Por último, el icono de una pequeña cúpula sirve para
señalar a la mayoría de los sitios del plano, que en general correspondían a
ranchos y haciendas. Entre los sitios de esta categoría se encuentran, por
ejemplo, las haciendas de Cuerámaro, Tupátaro y Corralejo, que se encontraban
en el camino entre Cuerámaro y Pénjamo. No se incluye la hacienda de San
Gregorio, aunque sí se señala el cerro de San Gregorio donde se ubicaba el
fuerte de Los Remedios o de San Gregorio (que no se indica). También se encuentran
señalados con este icono otros sitios como La Tlachiquera, El Biscocho, La
Zanja, Comanja, El Jaral y Real de Pinos.
En suma, del análisis anterior se deduce que el plano debió
formar parte de un informe eclesiástico sobre una parte del Obispado de
Michoacán en el territorio específico donde todavía en 1817 continuaba la
guerra independentista, con lo que definitivamente queda relacionado el plano
con los sucesos, aunque sus fines directos no fueran militares.
También se concluye que la identificación de las poblaciones
mediante los iconos señalados, representa, el primero a las ciudades y villas,
que eran cabecera y sede de autoridades civiles y eclesiásticas; el segundo
representaba a parroquias y curatos, y el tercero a vicarías fijas y visitas
dependientes de las anteriores. Existen otros planos del mismo tipo —es decir
con fines de informes eclesiásticos— que utilizan iconos similares, con lo que se
confirma este planteamiento.
[1]
Carmen Manso Porto. Cartografía histórica
de América. Catálogo de Manuscritos (siglos XVIII-XIX). Madrid: Real
Academia de la Historia, 1997, p. 44. Nota: Manso incurre en una equivocación,
ya que la fecha anotada no se refiere a un combate específico, sino al día en
que se concluyó o se entregó el plano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos tus comentarios serán bienvenidos y serán transmitidos al autor del artículo comentado. Sólo te agradeceré guardar la cortesía y el respeto necesarios para la mejor convivencia.